El arte de ser Transformista.
- Lara Osolinski.
- 7 jul 2016
- 5 Min. de lectura
En esta oportunidad entrevistamos a Dana Kelly, una transformista brasilera, viviendo actualmente en Argentina, que es también profe de danzas y artista. Actualmente pertenece al show “Las TO-P”, un espectáculo de humor que se dedica a animar fiestas, reuniones y todo tipo de eventos sociales. En compañía de Tana Ferre (Gabriel Ferreyra), Fabrizio Oxandabarat (o Dana Kelly) dedica su vida al humor transformista y al arte hace más de 30 años.

-Para empezar, ¿es lo mismo Drag Queen que Transformista? En Estados Unidos todas son Drag Queens, acá son transformistas y hay distintas razas. Raza es una manera de decir, hay distintos estilos de transformistas, hay transformistas que son muy femeninas, buscan esa imagen y tratan de igualar a una artista específica, Liza Minelli o Valeria Lynch, o una mujer “x”, que sería su personaje. Y hay otros que no. Yo por ejemplo no imito mujeres o una imagen femenina. En realidad hago personajes femeninos pero mi maquillaje no tiene nada que ver con el maquillaje de mujer, mi cara no se asemeja a la de una mujer, es bastante más grotesco, va para otro lado. Vos me ves y te das cuenta que no soy una mujer, mi humor es como medio bizarro, yo me dedico pura y exclusivamente al humor, juego mucho con la ambigüedad del sexo. Por ahí hablo como varón y después como mujer, a un tipo le digo que lindo que sos, y después le insinúo que quiero ser yo el activo, o sea, como que juego a eso. O le digo que lindo que sos, ¿me prestás a tu mujer? Me gusta jugar a esa ambigüedad que me da el hecho de estar transformado.
A eso me refiero con razas, gente que imita artistas, gente que hace personajes, como Gasalla. El es transformista y tiene el estilo muy marcado, hace personajes de mujeres reales: la maestra, la empleada pública, la enfermera, una abuela, busca personajes cotidianos. Hay algunos que buscan divas. Las drag queens por ejemplo acá son más oscuras, mayormente hacen performance con música media rara, son medias monstruos, tirando para lo oscuro, son distintas.
Para mí el transformista o la drag queen es como el alterego de la persona, el que más o menos tiene una personalidad y tiene algo para contar algo como artista, va a ser distinto. Salvo aquellos que buscan vestirse de mujer para parecerse a tal o cual artista, y no hace un aporte muy importante al arte.

-¿Te molesta que socialmente se confundan ciertos términos? En mi espectáculo hablo un poco de esto, de que la gente confunde. Les explico un poco de que se trata, porque para ellos es lo mismo un travesti, un transexual, un transformista, un transformer, un pokemón, es todo lo mismo. Explico que soy un actor transformista, yo me transformo solo en el momento del show, me maquillo, me pongo tacos, y hago personajes femeninos para el espectáculo, para divertirme y que se divierta la gente. Solo como un hecho artístico.
Las chicas travestis están vestidas de mujer todo el día porque tienen una decisión distinta de vida, sienten que tienen una imagen equivocada, entonces buscan una imagen que este acorde a lo que ellas sienten en su corazón y su mente. Y las chicas transexuales son las que se cortan la chot@ y la tiran a la mierda, y con eso hacen las hamburguesas de Mc Donalds. Esto lo explico siempre en mis shows, con humor para que la gente entienda la diferencia, ir educándolos.
A mí no me molesta que me confundan con un travesti, mujer, hombre o perro, pero si explicarles para que aprendan y sepan separar. A mí si me tratas de hombre o mujer me da lo mismo, yo soy un hombre y estoy vestido de mujer, no me molesta. Si hablan conmigo en femenino me siento cómodo, y si hablan en masculino, tengo cero rollo con eso. Cuando estoy montado no uso mi nombre de varón, pero por una cuestión de la magia del personaje. En los espectáculos, en el final me desmonto y digo yo soy Fabrizio Oxandabarat, es una forma de que la gente entienda que fue una diversión que se termina en un momento, y el actor que hizo eso soy yo.
-¿Cómo te surgió todo esto del transformismo? Personalmente empecé el transformismo como un juego, como parte de una diversión. En Pinar de Rocha (boliche en Buenos Aires), había una competencia de transformistas, era una noche gay y fui para ver el boliche. Un amigo me insistió tanto para que compitamos y me anoté. Ese año gané como mejor transformista y de ahí seguí trabajando.
Mi historia es un poco más larga, porque yo soy de familia de circo, y mi viejo, mi abuelo, mi bisabuelo, todos eran payasos. Yo trabajé también de payaso en el circo, entonces hoy yo digo que soy como un payaso con tetas, porque lo que hago son payasadas, porque me divierte divertir a la gente. Desde ahí tengo cero mambo con hacer el ridículo, tirarme al piso, verme fea, con nada, no me importa nada. Me importa que la gente se ría con el personaje, pero cuando tengo que hacer algo serio lo hago también, si hay que llorar lloro.
-¿Qué edad tenés? Porque tus fotos me engañan un poco. Tengo más años de los que nunca hubiese querido tener. 38, y hace 10 hago transformismo, pero 34 que estoy arriba de un escenario.
-¿Crees que tener familia de circo ayudó a que tu show fuese aceptado, o jamás presentó un problema? Yo lo vi a mi papa, a mi abuelo, e incluso a mi hermano vestidos de mujer, los payasos a veces lo hacen. Cero mambo. No soy yo, es un personaje que hace humor, somos artistas.
-¿Vivís de esto o tenés otro trabajo? Soy profe de danza y ahora trabajo en una peluquería. Según mi hermano soy muy cliché, me falta ser decorador, ya que también soy modisto, me hago mis vestuarios. Y todo lo hago con pasión, sino no lo hago.
-Con respeto a tu montaje, ¿usas uñas postizas, te resultan incómodos los tacos? No me parecen cómodas las postizas, me dejo crecer las mías, con los cambios rápidos es un lio. Y los tacos no me cuestan, por esto de la danza (estudié tap, flamenco, folklore, clásico y jazz).
-¿Y tus alumnas te vieron como transformista? Si, me vieron en un show. Al principio yo tuve prejuicios, como que me iban a relacionar con travestis, droga, y prostitución. Fantasmas míos! Estoy orgulloso del trabajo que hago. Y gracias a Dios la gente que me ve sale contenta de mis shows, con eso me alcanza para ser feliz.
-¿Entre otros transformistas como se llevan? Hay gente para todo, yo trato de respetar a todo el mundo y no meterme con el trabajo ajeno. Hay gente a la que admiro mucho y tengo buena relación. Pasa que en el transformismo argentino muchos se dedican a copiar números ajenos, eso no me gusta! No me divierte y me parece que no aportan, no los critico pero no me interesan.
-¿Tenés referentes, admiración por alguien? Mmm, referente se podría decir que no, me gustaría llegar a ser Dana Kelly (risas), suena muy egocéntrico pero me refiero q que me gustaría llegar a sacar lo mejor de mí.
-No me dijiste ¿por qué ese nombre y no otro? Aprendí en un programa de El Gourmet en donde enseñaban a hacer comida japonesa, que Dan es “huevo”, entonces me pareció Dana, un nombre de mujer que hace referencia a algo tan masculino. Y el apellido Minelli me hubiese encantado pero era como mucho.
-¿Aún así no la ves como referente a Liza? No, la admiro mucho pero no me gustaría ser como ella. A Fosse también lo admiro, o Les Luthiers, me encanta el trabajo de muchos artistas, en su mayoría son originales, y es lo que pretendo para mí.-

Para contratación de su show:
las.to-p@hotmail.com
http://www.lasto-p.supersitio.net/
Facebooks:
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Lara Osolinski.
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